Esto sucedió hace muchos años en los frios inviernos de las calles de Madrid, donde la luz del sol nunca llega, había un madroño muy alto ,cuyos frutos, apenas eran accesibles para los habitantes. Corría el año 1845, y los habitantes de Madrid saltaban y saltaban pero no llegaban. La pinta del fruto de aquel magestuoso árbol , tenía una pinta magnífica, y todos ansiaban cogerlo, pero nadie lo conseguia. Una mañana de noviembre, el alcalde, harto de oir falsos logros con aquel árbol decidió proclamar un reto a la ciudad de Madríd: "Quién consiga coger el fruto del árbol, podrá elegir el símbolo de nuestra capital".
Toda la ciudad, ansiosa por elegir el escudo, buscó todos los métodos posibles por alcanzar dicho logro, pero por más que saltaban y por más escaleras enormes que colocaban, no consiguieron nada. Llego la primavera y parecia que la ciudad de Madrid lloraba de tanta lluvia y tanto fracaso. Una mañana entre solo y nubes, el silencio en las calles de la Plaza Mayor se apoderaba. Era extraño aquel silencio y la gente se preguntaba el motivo de dicho silencio. Ya nadie intentaba conseguir su fruto, simplemente rodeaban el árbol para ver si caia y alguien cazaba el fruto. Un temblor extraño apareció en las calles y a medida que pasaba el tiempo, ese temblor aumentaba, era como si alguien enorme se acercaba. A los pocos segundos, un oso apareció en la Plaza. Era enorme. La gente gritaba, pero no se movía del pánico que les apoderaba el cuerpo. El oso no se acerco a la gente si no que se puso de puntillas y cogío el fruto más alto del árbol. Seguidamente se lo bajó al alcalde y se puso recto de nuevo. La gente gritó de emoción y adoraron al oso. Cuenta la leyenda que el alcalde decidió elegir la imagen del oso con el madroño, por el éxito alcanzado.
Hechizo es con H.
ResponderEliminarEsto no es una leyenda sino un mito. Cualquier leyenda (urbana o clásica) fundamenta su verosimilitud en datos concretos (como os expliqué en clase): fechas, lugares reales, nombres creíbles de personajes, ambientaciones históricas, etc.
Tú no usas ninguno de esos recursos.